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sábado, 30 de diciembre de 2017

Nocturnidades


      Algunas noches no se trata de querer o poder, tener o deber… y el sueño toma lo que se le antoja y cuando se le antoja. Entonces se queda uno con todo ese espacio lleno de vacío que es el insomnio. Hoy es uno de esos días, y puedo sentirlo como un tigre acechando tras la imaginación. Mientras hago tiempo, en mis oídos suena la risa de Alice Lou con su Walking on the wild side y Beirut se apresura a hacer sonar los primeros compases de su Elephant Gun, al tiempo que a mi izquierda el ventilador ruge su mantra de viento. Tanta atención sin usar hace que uno dirija toda esa energía a lugares inauditos, como las motas de polvo que se desesperan alrededor de la luz de la lámpara, como una danza druídica en que cada mota sigue su camino en una figura invisible, regresando luego para ser empujada por el calor en el aire. En mis oídos ahora suena Joni Mitchell y su hermosa California, y mi mente se dedica a hacer saltar al frente memorias aleatorias. Que raro, como siempre la primera cosa que surge al rascar un poco sos vos, como agua en una orilla, me vienen tus sonidos, tu pelo como una noche cerrada, y esos ojos que ríen escondidos en la negrura. El tigre se acerca pero no tiene ganas de darme el zarpazo aliviador, y deja que aparezcas desde el agua atravesándome con tu risa como una lanza, rompiendo la fragilidad de mi escudo, de todos esos días sin vos, reunidos y soportados uno por uno como capas de piel sobre una herida. ¿Al final resultará que somos como las motas alrededor de la luz, y como ellas, seguiremos cruzándonos en los caminos de las otros en nuestra danza personal, siguiendo las corrientes que nos muevan alrededor de esa luz?. El reproductor está puesto en random y vuelve a comenzar la canción de Alice, pero no me molesta.

martes, 16 de agosto de 2011

II


Zoom frenético
al aire que ruge en tu boca
orillas húmedas y rosas 
una tibieza que se aleja
y vuelve
se aleja
vuelve
y el aire sigue su rito              
pero mas despacio
y se apaga
como una veladora
de noche y mucho sueño
¡tanto sueño y vos
con todas esas mariposas
flotando en tu piel!

hilos

A veces veo los hilos que saltan de repente, de una uña a otra, se enroscan, se abrazan y entibian. Los veo brillar levemente cuando el sol nos da directo y todo alrededor es blanco y vos y yo. Como pequeñas sinapsis de piel y piel. Me pedís un café con leche, Peco, si hermosa, y te robo un beso antes de que los hilos se oculten otra vez, en los minutos silenciosos que hay detrás de toda historia, que nunca se cuentan... pero ellos saben

lunes, 31 de enero de 2011

touché...

Un toque. Un levísimo toque de algo sutil como el aire pero tan inflexible como la necesidad de respirarlo es lo que te hace mover los ojos mirar. ¿Y que hay?, no sé. Hay siglos y siglos de una senda abierta para cuatro pies, como una sinapsis rabiosa, eléctrica y suave, una musica de fondo que no es música pero mueve los cuerpos, y suena para nosotros. Yo veo un abismo, y siento las alas negras que quieren ir a el, sin miedos. Otro toque, y, de golpe te veo, te reís, y sos otra vez una muchacha que me mira y me pregunta, ¿Y que hay?.

jueves, 2 de diciembre de 2010

caer

rematadamente loco de atar                   
subirme a sus torres                    quiero saltar  
de patas larguísimas, finas                   
ver los elefantes y caballos                                    
enfriarme entre las nubes                                    caer
zumbando al cielo con rabia
Quiero subir como una bala                                             
ni alas ficticias ni sueños                                                               
sin que haya escaleras 
quiero subir subir y subir                                                   y reirme hasta morir